Según el último informe elaborado por la consultora IDC España el 41% de las organizaciones españolas están utilizando algún tipo de servicio Cloud.
De acuerdo con el informe, el grado de conocimiento del Cloud en España se sitúa en un nivel alto, ya que el 88% de los responsables de las empresas y organizaciones han escuchado hablar de Cloud y su oferta. Del estudio se desprende que la mayor difusión de Cloud se ha traducido en un mayor uso.
El Cloud Computing para las empresas está en fase inicial.
El estudio destaca que la adopción del Cloud Computing por parte de las empresas está solo en fase inicial. Esta fase inicial ha comenzado por la fase de descubrimiento, dinamizada por el conocimiento de cloud a través de la oferta y de la experiencia del usuario como consumidor. Este uso de cloud, motivado por un ahorro de costes en comparación con adquirir infraestructura o licencias de software, ha proporcionado ahorros y ventajas a las organizaciones, pero representa solo una pequeña fracción del valor real que cloud puede aportar.
La auténtica oportunidad del Cloud, el despliegue de todo su potencial, está por llegar. Para ello las empresas tienen que entrar de lleno en una etapa completamente distinta, y esa decisión es estratégica.
Para entrar en la nueva fase, hay que llevar a cabo lo que IDC denomina “el gran salto en la adopción”. Las empresas que den el salto se terminarán convirtiendo en auténticas organizaciones de conocimiento. Los puestos de trabajo tendrán un alto grado de tecnificación, no por tener un perfil tecnológico, sino por el fácil acceso a la información e inteligencia. Los productos serán intensivos en conocimiento, y la innovación se democratizará en toda la organización. Pero esta es la etapa final, que IDC denomina “Cloud optimizada”. Para llegar allí, hace falta recorrer un camino.
Primero, las empresas tienen que transformar sus procesos. Si todos los departamentos o sedes realizan sus procesos de forma distinta, cloud no tiene sentido. Hay que establecer un proceso estándar que sea adoptado por todos. Esto implica cambiar los hábitos y perder algo de flexibilidad. Pero se gana eficiencia en toda la organización y se libera al empleado de muchas cargas. Este cambio necesita un compromiso estratégico, y constituye la fase de cloud que IDC denomina “replicable”.
Después viene la fase “gestionada”, donde cloud estará completamente integrado en las unidades de negocio, que gestionarán las tecnologías de forma autónoma y sencilla, como un departamento TI virtual. Finalmente, viene la fase de Cloud “optimizada”, mencionada anteriormente.
En estas tres etapas, cloud va a tener una nueva dinámica: ya no importará tanto cuánto se reduce el coste, sino qué oportunidades de ingresos se van a generar.
Los encargados del estudio destacan que las primeras señales de cambio en el proceso de adopción y madurez del Cloud son visibles en los distintos actores. Los proveedores de tecnología, incluso aquellos más reticentes, han terminado por ofrecer servicios en la Nube como modo de entrega de tecnología, mientras los usuarios de negocio se han convertido en impulsores de la entrega de tecnología como servicio. En cuanto a la perspectiva que tiene el cliente, se aprecia una evolución hacia parámetros más objetivos, como la calidad del servicio y la capacidad de reversibilidad.
Referencias: El Mundo: El potencial de la Nube | Revista Cloud Computing: Hacia un nuevo Cloud en los negocios