Más allá del marketing y de la calidad de los productos o servicios de una empresa, está el tratamiento de los datos e información de sus clientes. Al igual que a un reputado cirujano se le suponen medidas asépticas en cuanto al material para el desempeño de sus funciones, a una empresa de cierta categoría o que aspire a ello, se le debería suponer una asepsia en cuanto al tratamiento de los datos de sus clientes.
Esto que parece tan obvio en el ejemplo de cirugía, no está muy claro a la hora de contar con los servicios de una empresa en la era del tratamiento digital de la información. Al único sector al que se le suponen estas medidas asépticas es a la banca, todo el mundo supone que sus datos están debidamente protegidos a niveles de seguridad y privacidad.
Con el resto de sectores o se es demasiado permisivo o se confía ciegamente. Pues sepa el lector que existen multitud de empresas que están manipulando sus datos sin unas mínimas condiciones higiénicas. Sepa el lector que existen muchas empresas e instituciones que están almacenando su información de la peor forma posible porque la colocan en servidores de dudoso respeto a la Privacidad y a la Seguridad de los datos de los clientes.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dice literalmente en su sentencia: “El Tribunal de Justicia declara inválida la Decisión de la Comisión que declaró que Estados Unidos garantiza un nivel de protección adecuado de los datos personales transferidos“
Esto ya no es solo un tema de si una empresa cumple con la LOPD. Lo que debemos interpretar es que todas esas empresas que están almacenando datos de sus clientes en Google Drive o Dropbox han buscado una solución barata en perjuicio de la privacidad y la seguridad de los datos de sus clientes. Repito, no lo decimos nosotros, lo dice el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Además de esta falta de higiene con los datos de sus clientes, hay más cosas. Esas otras cosas son varias e importantes porque estos sistemas de almacenamiento no protegen la información de los clientes tampoco en su funcionamiento.
Basta con pensar que estos sistemas son sincronizadores, entonces se da el caso de que la información de los clientes se encuentra repartida por multitud de dispositivos y ordenadores sin control. Imagine sus nóminas, su hipoteca, su contrato de seguro, sus presupuestos, su contabilidad o cualquier tipo de documento multiplicado en un montón de sitios dónde los guardan los trabajadores de esa empresa en la que usted confía. No hay que ser Albert Einstein para concluir que es imposible garantizar la privacidad y la seguridad usando esas aplicaciones. Al final tus archivos terminan en algún ordenador o dispositivo cuya seguridad no puede garantizar la empresa, pongamos por caso el teléfono móvil de alguno de los trabajadores.
Aunque no se sea un entusiasta de la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos). Es indudable de que una empresa que esté registrada y la cumpla es una garantía de preocupación por este problema. Si ha habido un preocupación, de entrada esa empresa ya merece un gran voto de confianza, un paso decisivo en el camino de la excelencia.
Nota: Debería ser ya una costumbre consultar a las empresas que nos prestan servicios como almacenan nuestra información y en su defecto si cumplen la LOPD. Advertencia: puede que se lleve más de una sorpresa.