La e-residencia como gran apuesta de un país pequeño
Estonia, un país báltico del Norte de Europa, con una población de 1.3 millones de habitantes y un producto interior bruto que apenas alcanza el 10% de los ingresos anuales de Apple está impulsando la e-residencia o residencia virtual como vía de crecimiento e innovación.
Este país, aunque poco conocido, ya empezó a utilizar votaciones online en 2007 y provee la mayor parte de servicios gubernamentales de forma online así como registros y prescripciones médicas. Para hacernos una idea sus infraestructuras de fibra óptica llegan a alcanzar velocidades similares a Korea.
Ya en 2014 el gobierno de Estonia introdujo la e-Residencia para facilitar a cualquier extranjero a instalar sus negocios en Estonia.
Solicitar una residencia virtual en Estonia
Solo es necesario realizar estos simples pasos:
- Rellenar un simple formulario.
- Subir una copia de tu pasaporte.
- Pagar 100 euros de gastos administrativos.
El proceso tarda unas 4 semanas tras las cuales se realizan los chequeos policiales oportunos para ver que tu identidad no tiene precedentes legales negativos.
Tras esta espera solo nos quedará acudir a una embajada de Estonia en el País donde residas para recoger la tarjeta o Smart card con tus certificados digitales de e-Residente.
Paralelamente se le asigna un email oficial @eesti.ee, a partir de aquí, se pueden usar servicios como abrir una empresa online o una cuenta bancaria que, aunque nos pueda exigir acudir allí presencialmente, a diferencia de otros países, no necesitamos dinero que aportar ni tasas gubernamentales para abrir la cuenta.
Desde que empezaron a promover la residencia virtual se han aprobado 17.000 e-residencias la mayor parte en Finlandia, Russia y USA.
Además, por estos e-residentes, han sido abiertas más de 1.380 nuevas empresas sobre todo startups tecnológicas.
Esta e-residencia está en el foco de muchas empresas en UK que, tras el Brexit, lo ven como una estupenda fórmula de seguir operando en el futuro dentro de la UE.
Los objetivos son conseguir más de 10 millones de residentes virtuales para 2.025 y, aunque parezca aún un objetivo lejano, el concepto atrae a miles de personas intentando aprender sobre esta iniciativa.
La idea del “cloud country” sigue los mismos principios del cloud computing
Y dejamos algunas pistas de porqué:
- Desde que todo está en Internet. La idea de nacionalidad tiene menos valor que la posibilidad de interactuar con todo el mundo, con todos los servicios y con alta disponibilidad.
- Las restricciones físicas impuestas por la Geografía pueden ser cubiertas por un simple enlace VPN.
Como Amazon o Microsoft han puesto su tecnología en la nube. Estonia lo ha hecho con sus servicios gubernamentales haciéndolos accesibles desde todo el mundo y no tardará hasta que esto influya positivamente en la economía nacional.
Pero todo negocio online tiene tu repercusión lógica offline, por lo tanto, no sería de extrañar que en breve puedan ofrecer ventajas para facilitar la movilidad de sus e-residentes dentro la Unión Europea.
Desde DataPrius seguirnos avanzando nuestros servicios en esta línea porque sabemos, desde que empezamos esta aventura, en la gran cantidad de posibilidades que el Cloud no solo tecnológica sino también culturalmente tiene todavía que aportar.